¿Nunca habéis pensado que los latidos pueden ser, simplemente una cuenta atrás?
Puede que a cada latido, un segundo. Puede que cada vez que sentimos que se nos acelera el pulso, se nos esté escapando a velocidad de vértigo la vida.
Puede que cada vez que te veo, me quites vida.
¿Nunca os habéis parado a pensar, en lo fácil y rápido que se paran a veces algunos corazones?
Quizás a esas personas simplemente se les acabó su cuenta atrás.
Tal vez, les aceleraron demasiadas veces el corazón, los latidos. O tal vez, tenían una cuenta atrás más puta que los demás.
Yo sí me he parado a pensarlo varias veces. Me sorprende como aceleras mis segundos, mis latidos. De hecho, es sorprendente cómo conforme se aceleran, voy perdiendo fuerzas. Como si poco a poco, se me acabara la vida, o como si al acelerarse los segundos de mi maldito recuento, algo me avisara de que es por ti, que de nuevo me estás robando vida. Como cada vez que has quebrado en pedazos mi fachada y me has hecho temblar.
Quizás todo es tan fácil como eso.
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