Y qué bonito es cuando otra persona consigue que te quieras a ti mismo, a todas tus odiosas imperfecciones con las que llevabas luchando años.
Pues sí, tú. Lo has logrado. Haces que todos mis complejos desaparezcan porque todos los días me recuerdas lo perfecta que soy para ti, y aunque soy consciente de que no tengo ni un pelo de perfecta no me importa, porque estás tú para hacer que ame todas mis imperfecciones. Estás tú para amarlas. Para amarme.