A veces hay que caer y estar en lo más profundo para ver que detrás de cada persona que llegó a tu vida para hacerte daño, hay otra que está ahí con la intención de regalarte su mejor sonrisa. E incluso es capaz de sentarse a tu lado, hasta que te veas con fuerzas suficientes para volver a levantarte y seguir tu camino.
Y permitidme que os diga, que ese es el mayor tesoro que os puede dar la vida.
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