Hace bastante tiempo que dejé de huir de los problemas. Ya no soluciono los problemas que se presentan de la manera más fácil y a la vez la más dolorosa, hace tiempo que esa parte de mí desapareció. Lo siento, pero ahora soy la chica fuerte que nunca quisiste que fuera, de la que tanto miedo tenía yo misma. Tú me enseñaste a plantarle cara a los problemas, y ¿sabes? A pesar de todo, gracias. Gracias por enseñarme a ver la verdadera importancia de las decisiones, los pros y las contras, e incluso el dolor que se esconde tras cada una de ellas. Gracias por hacerme ver que para que no te pisoteen, debes plantar cara.
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