viernes, 3 de julio de 2015

Eres esa gota de lluvia que aparecía de la nada y siempre ganaba la carrera en el cristal del coche. Aparecía de repente para ser la mejor, lo mejor.

Y qué bonito es cuando otra persona consigue que te quieras a ti mismo, a todas tus odiosas imperfecciones con las que llevabas luchando años.
Pues sí, tú. Lo has logrado. Haces que todos mis complejos desaparezcan porque todos los días me recuerdas lo perfecta que soy para ti, y aunque soy consciente de que no tengo ni un pelo de perfecta no me importa, porque estás tú para hacer que ame todas mis imperfecciones. Estás tú para amarlas. Para amarme.